Thursday, September 07, 2006

Claridad en el alma

De las cosas que duelen, no me duele más éste momento, al contrario con la cabeza fría y el corazón ardiendo, puedo indagar en los resquicios de conciencia, que de una forma u otra, siempre han de quedar.

No me pienso dejar de quejar, porque es mi derecho a expresión, tampoco me pienso vivir quejando, porque a mi gastritis le haría mucho bien, y la verdad no me congenio mucho con ella; tampoco viviré en el limbo, en medio de sentimientos mochos, porque los míos, son muy míos, y como parte de mi carácter efusivo, son latentes, candentes y muy desquiciados.

¿Qué hacer entonces? Y la respuesta me la vino a dar, como muchas otras veces, alguien que pensará externo a esta mentecilla cuadrada, a veces hexagonal y sobretodo siniestra. Y decía… claridad en el alma, ¿cómo re-jodidos ando yo blasfemando sin que mi alma no esté clara? Y no es que necesite yo de un limpia, pero a veces, se me olvida que si no tengo limpio lo de adentro, el envase se llena de porquerías.

Y aunque la paz la deseo yo de muerta, de vez en cuando hace muy bien relajarse, y sentir que uno está vivo desde las células.