Thursday, April 17, 2008

¿Quemas?

¿Quemas? ¿ardes? ¿Qué provocas adentro de las venas?

¿Tientas? ¿sabes? como los perfumes de las noches que a tus rincones lleva.

Yo no puedo describirte

Se me ciegan los colores entre tus labios

Se me pierde el sentido insensato

Se me quiebra el silencio en cantos desatinados.


¿Miras? ¿piensas? En lo que provoca el calor de tus manos

En cómo se siente el estallido de mis poros al abrirse

Al sentir tus colores rozando sus pasos.


¿Quemas? ¿Piensas? En cómo saldremos a flote

de tantos deseos quebrados

de tantos suspiros sin noches

de no dormir hoy entre tus brazos.

Tuesday, February 12, 2008

Después de tu tacto

Nada va a desviar la vista
del espejo ancestral y el destello anunciado
y nada va a obcecar mis risas,
mis pasos, mis silencios...
así fuera el intrínseco sentido de tus manos;
Ellos han de embalar tus caricias marchitas
a un viaje oscuro, seguro a otro pasos,
han de saber que te decías mía
sabiéndote entregada a otros tactos.

Nada impedirá la brisa,
del inexorable amanecer plasmado,
entre los escombros y las ruinas de otra vida,
porque ¡Yo resurjo! así está anunciado.

Y nada plantarán tus dejos,
si irremediable es tu... "vete"
empieza a avanzar que la vida tiene pierde,
yo aquí tengo una rosa inerme,
a la que no le ha de faltar ninguna suerte,
para encontrar en sus propios labios
lo tentado por roces ufanos
lo arrancado por otros extraños
que se olvidan, siempre se olvidan,
cómo florece cada año.

Hambrienta de risas en camelias rosadas
sedienta de tibias palabras usadas,
no es con eso que se llena el hueco del alma
y sé que no es con nada... nada que de ti se emanará.

Alba Calderón

Sunday, February 03, 2008

Te tengo conmigo...

Como una estampida de aves, se anuncian los estragos de la insistencia,
de conservar en el pecho un tibio presagio,
que se ha de convertir en un ardiente recuerdo a tristeza.

Te subes entre los colores de un insonmio, le entregas las sonrisas de tus eras,
y el latir de aspirar tan hondo,
que sientes cómo te tuercen las entrañas, los tiernos olores sabor a madera.

Das entonces un portazo al alma,
porque si ha de cerrarce no ha de ser de otra manera,
porque conocer tus poros no fue corto;
han llevado a inspiraciones lejanas y con ellas decorar nuevos planetas.

पर कोनोसर उन एम्ब्रिअगो

Antes de que comience a oler muerto, recoges los colores que ha perdido lo tirado, te los guardas entre los bolsillos de una risa... y los conservas para observarlos de vez cuando.

Parecen disponibles a tus cesos, que fraguarán muy de seguro alguna nueva forma de autocomplaciencia, ¿ve a saber tú, qué tan sádica sea en esta nueva cuenta? yo los avivo de leños pesados, que al parecer le caen bien al fuego intenso que emanan, porque parecen olas devorando un pedazo de viento... En fin, un pequeño sueño más que poner en la lista de pendientes.

Entonces caes en cuenta, que se terminó la dósis de hace unas carcajadas, y ya no está lleno el tanque de las tripas hechas nudo, es momento de ir a entregar más caricias reprimidas en la calle de los muertos, de los que traen cargando pedazos de alma mutilada, la que se les asfixió hace tanto (claro, es que no vienen con instrucciones)...

Lo encuentras y piensas, no más bien sientes: "¿será que es ésta la sensación que ando buscando? Se aviva el temblor y ese miedo, que el corazón en forma de estallo te hace sentir, ha de ser que guardar tanto nudo en la garganta, ya implotó las conexiones de las sensaciones.

Una vez más la historia de las pérdidas, el recuento del martirio y el quejar de los años, una vez más otro tequila al vaso... y es que, hace falta raspar la rabia que las malas vibraciones ya han provocado.

Sodomas, con resquicios de eufenimos vagos... no era éste tampoco..

¡Diablos!

Buscas en donde no encuentras. ¿Será que no quieres encontrarlo?

Hace falta navegar en las orillas del centro, para acercarse a la intensa marea, del corazón acongojado.

Tal vez así puedan concordar los cables.

Sunday, January 06, 2008

Yo

Hoy pensé en ti… no dudo que para no ver en mi
Los trasfondos de lo ya ufano
Y que me roces
Y que me hagas daño

Pensé en la suerte de tener conmigo un pretexto
Y me di cuenta que era tan desdichado como yo
Pensé en la muerte de la ira enfundada
Y no sentí ni una sola pasión.

Es tal vez por eso que no quiero mirar ahí adentro
De lo trastocado por lo imaginado
Y de lo engullido por las ilusiones muertas
Que por agonizar de hambre, se tragaron cualquier moho.

Si me di, si me entregué al vacío
Fue para que no me alcanzará la luz blanca
Que tal vez, hubiese sido beneficio
Pero estaba tan ciega, que me enluto la mirada.

Las sombras no provienen de lo externo
Las provocan tus miradas
Las desbocan tus risas
Las evocan tus patrañas

Tan mías como yo las he hecho
Tan ciertas, como lo son falsas
Porque te he mentido al mentirme a mi misma
Que lo que he visto, no es algo que yo no fuera.