Friday, October 06, 2006

Soy zurda


+ ¡No te tengo miedo he! Después de todo no eres tan amedrantadora como lo prometiste. ¡Mírate! ¿Qué acaso no te duele que no te duela?

- No me duele, y mi intención tampoco fue el miedo, fuiste tú quien lo tradujo de esa forma… Lo que yo te quería decir, es que te fijarás bien, porque en la vida de enfrente, en esa que está detrás del espejo, tú no vas a caber.

+ Siempre tan drástica tú, ¿eres acaso como lo que dices ser? Y a mi no me vengas a engañar con tus frases que te aprendes con los dientes, a mi dime eso que entre sueños se te sale decir. Mírame ahora ¡hasta dónde he llegado! Ve cuéntale a las monjas del colegio, que ya hasta del cielo te han según vetado.

- ¿Te lo digo? Y una vez que lo escuches sabrás que no hay marcha atrás, que la vida se vive del lado que damos vuelta en la cuchilla, cuando después de muchas cuadras se da uno cuenta, que la dirección estaba al otro lado. ¿Qué le hacemos? Jajaja, acaso sigues aún pensando que errar marca al humano, como los hierros calientes, marcan el ganado.

+ Qué responsiva eso de saber qué se debe hacer, yo creo que por eso uno ni lo sabe

- A veces, no me gusta decirlo, ¿Acaso no ves que a veces, también me gusta decir qué no sé qué hacer? Aunque mi conciencia bien plena ande queriendo gritar sus creencias. No sé qué se cree a veces, que piensa que uno siempre debe saberlo

+ Ella siempre grita ha de estar loca, y otra cosa te vuelvo a decir, no te tengo miedo… ni eres tan amedrantadora, como lo prometiste.

- De niña una se prometen muchas cosas…

+ Entonces date cuenta que ya no lo eres

- Sabré que por eso, me gusta el libre albedrío… y en fin, también te digo que en la cuchilla, era a la derecha

+ Me gusta la izquierda, es que soy zurda…

Thursday, September 14, 2006

Luciérganas... ah no...Luciérnagas

Sé que me encantan pero aún me confundo y les digo luciérganas, en vez de luciérnagas… ¿Será que me faltan ganas? Sí, me gusta como bailan con su luz propia, y de chica (y también de grande me hace falta reconocer) las envidio, pero las respeto y también respeto ese alboroto con el que alardean al volar, por cierto…

…Dónde anda ese alboroto y esas ganas que tenía de tanto, supongo que se quedaron guardados, como tantas cosas que no es que no tenga yo en cuenta, sino que en cuenta las tengo y aún así las dejo perder. En fin, ya vendrán mejores, porque por algo se deja lo que deja y se obtienen cosas nuevas.

De uno en uno, de paso en paso… lo que más me gusta de estas efímeras palabras, es que después de leerlas, no me parecen mías.

Hace mucho que no veo luciérnagas, me quedaré a esperarles en un buen lugar.

Tuesday, September 12, 2006

Realidad...

Realidad...

¡Vaya que sí te quiero! me susurraba la dicha engañosa tras un beso tuyo. Vaya que quisiera retomar los momentos gratos, en los que las densas tempestades de las lágrimas, se ahuyentaban tras las mareas de tus delicias.

Pero la realidad que es bien terca, siempre al cabo termina dando su machetazo en la espalda, y me recuerda “acércate despacio, pero pronto” y ahí voy, encaminada con aún bailes confusos y reflujos de una situación que no me cayó nada bien, la de entregarme anoche a tus brazos y olvidarme un momento, de un todo.

Allá voy, pero no sé si quiero ir, y como siempre, al fin y al cabo me arrastrará si es preciso con todas las fuerzas, no obstante le implore, que quiero la ficción y que no quiero volver a ella. Siempre lo ha hecho así, resguardándome a no sé qué, ni en dónde, pero sin duda a un merecedor futuro. Y heme aquí ingrata, gritándole que no la entiendo, qué no sé por qué me pasan las cosas, que quisiera vivir de nueva cuenta en silencio y que no quiero escuchar qué es lo que se debe hacer, porque ya estoy bien entrenada en ese juicio.

A veces me hago la sorda, y finjo de paso tampoco observarle, pero sabe que sí la estoy viendo, lagrimear de vez en cuando por mi inexorable irracionalidad.
Veo también cuando le pide al entendimiento, que se ponga a hacer su trabajo, cuando le dice a la tristeza que sea justa, y que no se aproveche de tener el mayor tajo; veo cómo camina empecinada hacia la vereda tan empinada de mis pensamientos, y que le empujan a patadas tormentosas, los clichés de felicidad y armonía que había comprado hace tanto.

¿Sabe que sí le estoy viendo? Y me sorprende que se conforme con tan poco, yo en su lugar ya me hubiera muerto, o dejado caer entre un buen precipicio, pero no, ahí se queda, como no pidiendo nada a cambio, ni que se le escuche, ni que se le abrace, tan sólo se conforma con que finja que no le vea, cuando sabe que hasta grabó en sangre todo.

Ayer, le dije con voz de antaño, sí te veo, sí te veo ¿me dejarás dormir un rato? Y como siempre sabia y sigilosa me dijo, duerme pero no te despertaré, despertarás tú en letargo…
Esta vez me hago la que duermo, mientras sé que me está arrullando un rato.

¡Tengo que levantarme!

Thursday, September 07, 2006

Claridad en el alma

De las cosas que duelen, no me duele más éste momento, al contrario con la cabeza fría y el corazón ardiendo, puedo indagar en los resquicios de conciencia, que de una forma u otra, siempre han de quedar.

No me pienso dejar de quejar, porque es mi derecho a expresión, tampoco me pienso vivir quejando, porque a mi gastritis le haría mucho bien, y la verdad no me congenio mucho con ella; tampoco viviré en el limbo, en medio de sentimientos mochos, porque los míos, son muy míos, y como parte de mi carácter efusivo, son latentes, candentes y muy desquiciados.

¿Qué hacer entonces? Y la respuesta me la vino a dar, como muchas otras veces, alguien que pensará externo a esta mentecilla cuadrada, a veces hexagonal y sobretodo siniestra. Y decía… claridad en el alma, ¿cómo re-jodidos ando yo blasfemando sin que mi alma no esté clara? Y no es que necesite yo de un limpia, pero a veces, se me olvida que si no tengo limpio lo de adentro, el envase se llena de porquerías.

Y aunque la paz la deseo yo de muerta, de vez en cuando hace muy bien relajarse, y sentir que uno está vivo desde las células.

Friday, August 25, 2006

¿Quién te dijo que éste mundo era justo?

¿Será que se puede con tan poquita percepción a terceros? Y no es que la respuesta importe mucho, porque ya me lo habían dicho alguna vez ¿Quién te dijo que éste mundo era justo? Así como un reclamo, como si yo hubiera elegido entre tantos ése, el que está ahí entre Venus y Marte, ese que tiene como tierrita entre tanta agua. ¡Bah! Si supieran, por mi hubiera elegido Marte y así de perdido me acoplaría con mis parientes, los microbios, ellos sí sabrían de entenderme y dejarme cargar mis penas, con un poquito de indiferencia fría, o bueno más bien, congelada.

En cambio me tocó la tierra, que para colmo está llena de agua y habitada de seres que no por “civilizados” dejan de ser unos “animales” después de todo lo traen en la genética, así es que si alguna vez se preguntan ¿Por qué? Recuerden que la respuesta ya la tenían: “porque es un animal”.

Eso sí, que buenas los placeres mundanos de este globito, eso de comer engorda, el sexo te agobia, las drogas te encarcelan o enloquecen, el alcohol te inflama y te enferma y lo demás, está prohibido por alguna iglesia, poder legal, moral o peor aún… nomás por la sociedad.

Y no es que esté ante ustedes, la más encabronada, quejona, mal parida o inconforme, hija de la madre tierra, sólo hago apuntes, sobre posibles aclaraciones, que mis semejantes (pero no muy parecidos) pudieron haber aludido alguna vez. Al fin y al cabo también me han llamado loca mil quinientas y contando de veces, y yo sólo con el tiempo, lo aprendí hasta escuchar con orgullo. De perdido soy loca conciente, y a veces hasta me ocupo de solucionar uno que otro de mis desplantes, en cambio hay algunos que viven locos sintiéndose cuerdos, y no les menciones el psiquiatra, porque ese “es solo para locos muy locos”

Pero ante la adversidad, tan sólo se recomienda calma, así es que para utilizar las alternativas, voy a utilizarlo todo, al fin y al cabo, ¿Quién me puede juzgar en un mundo tan injusto? Y si me juzgan total, el veredicto no será justo. Porque una vez más se basará en ese argumento injusto ¿Quién te dijo que éste mundo era justo?

Me entregaré a los placeres, con mis pizcas de conciencia resonante, dejos de culpas y ansiedades atoradas, que eso sí, se arrastran sumisas ante la belleza de una buena tarde, de un mar en calma, de una montaña congelada como paisaje, o la inmensidad de un lugar en donde nunca pisarán hombres sin sed de esperanza, como inyectando morfina al cáncer de mis miedos, mis enojos y corajes. Está bien yo no pedí éste mundo injusto, pero cómo diría cualquiera. ¿Pues qué se le hace?

Wednesday, August 02, 2006

Manos frías

Dame un día lindo... aunque sea en una imagen borrosa, tomada por percepciones mundanas, espirituales o irreales. No me importa de dónde lo inventes, no me importa cómo lo hagas, lo que me importa es que al tocar tu mano, te pueda compartir esta brisa y efusión de emociones dislocadas, que han de provocar tus tonos, inspirados de no sé qué, pero que tomen mi alma.

No quiero que lleve flores, ni que tenga colores armónicos, no me importa que sea de palabras ya dichas, mientras que me las digan tus labios, o lo que en ti se desee expresar. Ojalá tuviera la vida, para vivir de emociones incineradas, Las ha incinerado este tiempo, entre monotonía y deseos de vivir en otra galaxia.

Cuéntame cómo te fue anoche, y mientras me hables, mírame a los ojos, y pídeme no decir nada. Expresáme tus pensamientos, con sólo rozarme tu aliento... dime que me deseas, sin desirlo y sin desabrocharte nada, porque el maldito deseo se vuelve tan denso, como se vuelve denso repirar con una lluvia de lágrimas.

Ojalá se me quitará lo melancólica, y a ti la vida te enfriará menos las manos, sobretodo cuanto te levantas.

Thursday, July 13, 2006

soldealba: 07/13/06

soldealba: 07/13/06

Se llamaba...

Heme aquí, emergiendo de un nuevo cultivo de remaches, que quedaron de otros pensamientos y de cosas sin objetivo, por cierto, creo que lo podría resumir en algo que llamaba vida.

De pronto me encontraba ahí, sola, para ser franca sí podía observar mucha gente, aunque supongo que no era la primera vez que alguien tiene ese sentimiento de estar solo, cuando está fisicamente rodeado de gente. En fin que no sé si eran los tiempos, o mis malas observaciones para elegir la compañía, que entre las migajas de uno y otro, me volví peor que la diosa Coatlicue, sólo que mis faldas eran de vergüenza y no de serpientes, que buena falta me habrían hecho para confrontar mis compañias.

De unos salía casi en rastras, a otros me les escape en los sueños, algunos me lucharon y tentaron más de una vez las ganas, pero ya estaba decidido, lo iba a cambiar todo con tal de no volver a sentir ese dolorcito arriba en el estómago (creo generador de mi gastritis) que me tentaba hasta el deseo de continuar mis días sobre este tierra. No, no, no, me repetía mil y un veces a mi misma, ¿Qué te ha de faltar para dejar a un lado esos quereres unilaterales, que no te dejan más que deudas en tu alma? ¡Diablos, centellas y buitres! si yo no lo quiero dejar, si yo necesito de él para vivir, ¿Qué no ven que sí me estoy muriendo por no estar con él? malditos sentimientos más arragaidos que un asesino confeso, pensaba, y eran precisamente los momento con él, los que más me dolía desarraigar.

Compañera, buena amiga, le decía hipocritamente a mi llamada conciencia, te prometo que hoy y basta, sabiendo que le mentiría otra vez. Como mis compañías eran muy francas y de ideas muy de acuerdo con la época abierta, no eran pues quienes contribuían a que se cumpliera la promesa que en la conciencia aguardaba. "Déjalo a él", "te falta ignorarlo", "déjalo pues ya ya", "déjalo", de mil y un formas se expresaba la conciencia, pero me la pasaba más abajo que lo que llaman arco, la dejaba a ella, más pisoteada que las suelas del zapato.

Vamos a hacer un trato, alguna vez propuse a mis irracionales sentimientos, como con locos no se razona, entonces dejaré de razonar con mi conciencia, y apelare al destino, a que corroa el lazo que aún me unía a esos sentimientos, porque yo para nada que quería mover lo trazos que la vida me estaba pintando, y vaya que acogedores no eran, pero eran mios, y sólos se habían trazado. Así con mi conducta cobarde y mezquina (si no pregúntenle a la conciencia para que vean cómo la trate) seguía encontrandome en medio de la nada, sobretodo después de los fingidos orgamos, tan sola como siempre, pero al fin y al cabo -como siempre- nunca lo dejaría porque era cambiar algo a mi futuro. Imagínate yo, pensaba, y qué tal si por andar yo eligiendo me equivoco de línea, y me voy por aquella incorrecta, y me quedo sin migajas y sin miedos, sin penas y sin tristezas, viviendo una incipida vida, en la que ni a un pelado pueda culpar por mis lágrimas. No, no, no, otra vez me convencía la mediocridad del alma.

Entonces un día, no más bueno que malo, pero creo que fue un día, me entere de lo que se enteran todas las que son como yo, ya tiene otra, a la que si le da, lo que no quizo darte a ti (Aquellas temporadas dependiendes de los gustos musicales de mi madre, hacían que Amanda Miguel aún se hiciera notar de vez en cuando en mis pensamientos) Orale, ¡que fuerte! que le vaya bien pues, empece a vociferar y a minorizar la historia, para que no se saliera ni una lágrima mezquina, porque bien merecido se lo tenían por andar de indecisas y atenidas, que se quede pues con ella y que a mi me venga otra historia. Hay que fuerza para fingir todo aquello, hay que ganas de salir corriendo a los brazos de quien fuera que me quisiera consolar, pero ya todo estaba muy bien dicho, y mi plan era ese, que el destino cumpliera lo que tenía que cumplir, y que a mi me llevará lo que tenía que venir por mi, "la chingada" creo que le dicen aún.

Días, noches, tardes dicen que el orden de los factores no altera el producto, pero es que mis tiempos ya no tenían orden. El destino me había arrancado algo, y ahora esperaba que mi costumbre de adecuarme a situaciones existenciales, viniera a reconfortarme con el tiempo. Ni me voy a matar, ni lo voy a buscar, ni me voy a morir, y "nada va a cambiar" otra vez esa ley de apoderaba de mis razones.

Enero, febrero, marzo, abril, todos los meses se fueron creyendo que no sabía contemplar sus momentos, se me fueron amigos que no hice, relaciones profesionales que no cuide, se me fue el alma y se me fue aquella que llamaba vida, no obstante, fuera la peor de las rutinas que uno elije en este mundo. Bah, volveré otra vez, me volveré a enamorar y volveré a fantasear con hombres guapísimos, alguno otra vez se me volverá acercar. Efectivamente, ya todo estaba perdido, y también en este caso la voluntad y yo que no cambiaba nada, ni la forma de vestir, ni la forma de pensar.

Entonces la conocí a ella, olía como los recuerdos de cosas, que ni recuerdo exactamente qué me recordaban, pero que me hacían irradiar por un momento, otros tiempos, en los que no era, como era ahí. Se llamaba, bueno ella era así, muy ella, y cambiaba de forma de ser conforme las situaciones lo iban necesitando. ¿Cómo cambian las cosas no? me decía mientras sonreía como modelando su belleza y provocando el sentido del tacto. ¿Cómo? contestaba sin responder, pues así, contestaba ella, conforme lo necesitan los tiempos, los tiempos no necesitan nada, respondía esta vez yo, necesitan que los conozcamos y que nos prevengamos de ellos muy bien. Por dios ¿cómo habría alguien prevenir algo que ni conoce? pues ni que fuera parto, no entendía muy bien, pero me gustaba dejarme llevar por esa esencia, que hacía que mi vida dependiera de alguien más. y cambie, o me cambio, el caso es que no fuí lo que era desde esa vez, me gustaban otras cosas, ya no me dolía el recuerdo de aquel, y además ya ni siquiera se encendía mi líbido, ni viendo pornografía, válgame pues, que cambiada estaba.

Y es como si fuera un momento mágico en mi mente, porque me acuerdo que ese tiempo fue fugaz para mi, entre los besos de ella y los suspiros vacios, se me resguardo el corazón, hizo una especie de fibrosis en los conductos sentimentales más bien. A todos nos pasa, y eso está bien, ya la vida me llevo por estos rumbos, y perdóname mamá porque así no me educaste, yo también pensaba de niña que sólo las que estaban en la cárcel eran así, drogadictas, locas, reventadas y hasta bisexuales "que horror" sí mamá así diría aquella niña que era yo antes, pero muchos de nuestros niños dirían lo mismo de lo que somos hoy. Ah no, le decía también a mi conciencia, no te justifiques con dolores que ya fueron, eres lo que eres, y perdón por la vulgaridad -se chingó-.

¿Está bien? me siento como prostituta justificada, ¿y qué tienen de malo las putas? preguntaba mi legitimidad, ¡pues son putas! contestaba mi doble moral. Bueno, voy a dejar de ser tan puta y voy a ser más recatada, ¿para qué te vuelvas a enamorar? Y los sinsabores de la vida me opacaban. Así sin mi y sin nadie, así me ví y así es lo que fue. Otra vez el sentimientito este, del estómago intrincado como queriendo pasarse al esófago, como siempre corriendo de las penas y del dolor también. ¡Diablos! ya no hay vida después de taaaaaaanta vida.

De puta no tengo yo nada, ni que cobrará, ya llegará, ¡que va! ni tiene que llegar nadie, porque como pueden los ermitaños, yo también me basto sola, faltaba menos o faltaba más.

¿Cuándo fue que comprendí? que de tanta mierda me ha quedado tanto, que ahora estoy sentaba aquí, resguardando aquellos momentos en el alma, sin sentir si quiera la punzada de alfiler, que solían aplicar al corazón cada vez que mi mente ocupaban. Tal vez ni aprendí nada, y todo esto me lo invento con tal de darle vuelta a lo que he sentido, tal vez, y como dijo Janice Joplin, sólo me queda decir maybe, porqué hasta ahora la vida me confronta con muchas cosas, a las que no puedo aplicarles mis conocimientos empíricos de la vida que llevaba y llevo arrastrando, cada vez más fuerte, cada vez más simple yo sé.

Ya sin miedos de ser puta, lesbiana, tarada, corriente o drogadicta en el "pior" de los casos me he quedado con la resulta, de que me llamo, me llamo_______ y el destino que me rige no será más benévolo, si lo dejo irse libre o si le tomo la rienda y le encajo la riata (aunque suene vulgar qué pues) Ya termine, con lo que ya he vivido, aunque lo que vivo hoy, no carece de ninguna lágrima, ni de ninguna sonrisa, sea esta de trasfondo o de tanta ligereza cargada.

Un beso para el recuerdo
La que no existió, la que me inventó una mala jugada.
Sólo préstame un momento, para hacer de él toda una eternidad de recuerdos

S?lo préstame un momento, para hacer de él toda una eternidad de recuerdos

Friday, January 06, 2006

Bien o mal

La verdad es que no sé siquiera si está bien o mal, mentiría si digo que no me importa, porque al fin y al cabo el hecho es que me tiene pensando, como me haces pensar tú, en mis demonios y en mis más letargos sueños.

Por supuesto que quisiera cimentar las bases de este sueño en un muro de concreta confianza y realidad, pero no es así, porque así no se me presentó mi destino. Probablemente requería un mayor esfuerzo, pero tonta de mi, débil que soy que me desplomo a la primera intersección con tu vista.

Cuánto desearía que no jugarán conmigo, ni tú ni nadie, ni nada, pero necesito hacerlo realidad, es tan fácil perderse en el vicio de tu voz, de tus miradas, tus palabras y de tu aliento.
Es tan fácil dejarse llevar escuchando que me quieres y te importo, es tan fácil entregar la piel y los huesos si es preciso, siempre y cuando me mires con esos ojos, y me hagas pensar que esta vida ya no es vida sin ellos mirando.

Es tan duro vivir y respirar el mismo espacio, es tan difícil continuar, y sin embargo nada más me ha de quedar…

Wednesday, January 04, 2006

Basta por favor... sólo basta

Me urge decir “basta” el corazón está moribundo, y no tengo a donde correr, sobretodo no tengo en donde alejarme de mi misma. Si me pudiera perdonar, si tan sólo pudiera creer un poco más en mi, no quiero pensar y no hago más que cavilar una y otra vez sobre lo que sería la vida sin ti y contigo también.

Parece que todo arroja un resultado, muy certero a mis ojos, muy confuso en el alma. Si tus acciones me han de hablar más que tus cien mil palabras, pero al parecer estoy más ciega que sorda. El amor es el veneno que te puede impregnar entrando por cualquier sentido.

Si ya sé que “amas” a otra, a tu forma y estilo, pero al fin y al cabo no seré yo la de la elección, otra vez busco las mismas penas, y mi alma ya está muy dolida de tanto aguantar. Ojalá Dios me quedará sorda, para no escucharte y derramarme en tus labios.

Basta entonces, basta, que no es justo para mi misma esta escena de amores clandestinos, yo luche mucho por dejar mi frente en alto, y ahora me comporto como si hubiera hecho el peor de los delitos. Basta de tener que tener amor con miseria, si yo me doy entera por qué tú no entregas nada.

No fue suficiente con tus besos lacerantes, no fue suficiente con tu mirada que se clava, no fue suficiente con tus manos recorrerme, porque de cualquier modo voy a decir basta, y aunque te rías y no te importe, aunque no te duela y tu vida no cambie en nada. Por favor búrlate de ella con otra, que a mi ya se me secó el alma.

Monday, January 02, 2006

Cuánto desearia dejarte desear

Sóَlo préstame un momento, para hacer de él toda una eternidad de recuerdos

Siempre estoy deseando y hasta me da risa de mi misma, jeeeee, supongo que la vida sin risa no puede tener el menor sentido de relevancia, porque al fin y al cabo no se puede mediar la esencia, sin tener el contexto completo de los sentimientos…

En fin que... dejando a un lado las risas y el llanto extenso, siempre prolongándose a los mejores momentos de la vida, es en este preciso momento en que te necesito decir basta…. Si lo que los demás digan da igual, si es que entienden o no lo duro que es quererlo, no importan ¿que más da?, si el que me habría de importar eres tú, y sólo puedo pensar en él, antes de dormir y justo al momento de amanecer, mi alma se la has entregado al recuerdo, tanto así que en vano viene el tener presente, en vano viene.

¿No lo escuchas? Eso es lógico pues te llame en susurros, porque cuando te gritó mi alma, se equivocó de idioma, y no encontró respuestas en tus ojos, por eso es que lo traduje a lágrimas, porque aún la verdad no entiendo; como de seguro no ha de entender mi alma, que las cosas deberían ser tal cual son, porque por más llanto y por más dolor que haya, los susurros no se convertirán en gritos que entienda esta vez tu alma.

Es tan difícil vivir sabiendo, que también tú vives aquí, y que ni así puedo recurrir a mirarte y de vez en cuando sentir que se alivia la llaga que por dentro sangra. Si mi alma no pide más, que de vez en cuando sentir tus lágrimas, debería entenderte y no ser intransigente con mis sentimientos inexorables, cuánto no desearía quedarme dormida en tus brazos y despertar cuando el sol me diga que hoy no me preguntaré que haces, porque lo haces conmigo. Cuánto no daría por entregarme a esos ojos, y que cuando me beses se me pierda el tiempo, entre el desear tocar tus labios y desear al mismo tiempo no dejar nunca de verlos así, cerca de los míos, casi a punto de rozarlos y devolverles por ratos la vida, que algún día se extinguió de tanto atrajo.

¿No me escuchas tú? Y eso es lo que más me preocupa, ¿ya viste como te desbastó un sentimiento y no quieres aún dejarlo ir? Tal vez el día que él camine por los rumbos de tu indiferencia, sólo ese día el corazón se sentirá desahogado, aunque se haya desvestido del mejor lujo que le tocó en la vida. Cuánto te quisiera dejar ir, a que camines con ella por los rumbos del destino que han de plasmar juntos, cuánto desearía dejarte de desear.

Alba Calderón