Saturday, July 25, 2009

Libre

Si yo no soy para mi mismo ¿quién será para mi
Si yo soy para mí solamente ¿quién soy yo?
Y si no ahora, ¿cuándo?
Refranes del Talmud.


No te lo di, Adán, ni un puesto determinado ni un aspecto propio ni función alguna que te fuera peculiar, con el fin de que aquel puesto, aquel aspecto, aquella función por los que te decidieras, los obtengas y conserves según tu deseo y designio. La naturaleza limitada de los otros se halla determinada por las leyes que yo he dictado. La tuya, tú mismo la determinarás sin estar limitado por barrera ninguna, por tu propia voluntad, en cuyas manos te he confiado. Te puse en el centro del mundo con el fin de que pudieras observar desde allí todo lo que existe en el mundo. No te hice ni celestial ni terrenal, ni mortal ni inmortal, con el fin de que, casi libre y soberano artífice de ti mismo, te plasmaras y te esculpieras en la forma que te hubieras elegido. Podrás degenerar hacia cosas inferiores que son los brutos; podrás - de acuerdo con la decisión de tu voluntad- regenerarte hacia cosas superiores que son divinas.

PICO DELLA MIRANDOLA, Oratio de hominis dignitate.


¿Y qué hago yo con toda esta humanidad desquebrajada?
¿La reciclo en el tiempo o la destruyo en pedazos?
Sabiendo que con ninguna opción me deshago de ella

¿Ahora dónde piso con mis frágiles pies descalzos?
¿Ahora cómo me deshago de este miedo que algún día me permitió crecer por caminos perturbados?

Luz de intuición divina, ¿quién te alejó de mi?
¿Fue justo al tiempo que solté tu mano?
¿Cómo fue que dejé de respirar, qué dejé de oler colores?
y comencé a irrespetar la divinidad de todas las vidas.

¿Hace cuánto que no aspiramos profundo
y convergen en mi los átomos de un todo?
¿Hace cuánto no agradezco a éste ardor de piel
y a ésta convicción precavida de alternar el dolor con la experiencia del cosmos?

¿Hace cuánto te solté la mano?
Y confiésame también si volverías a empuñarla

Más ahora de ser sincera y hablar del corazón y no con las neuronas,
He de reconocer que en el fondo sólo cavilo.
Tú ya me lo haz contado todo y lo haz puesto absolutamente... dentro de mi.

Libertad.
Alba

Con mucha insipiración en todos los seres amados, y en la entrada que me compartió el libro de E. Fromm, "El miedo a la libertad".