Friday, May 01, 2009

Las nuevas pandillas

Los ojos de Polo reflejan más de lo que cuenta cuando habla, al relatar sus vivencias de ultrajes, drogas, pandillas y añoranzas, recubre el lugar con sus ojos, ellos miran hacia todas partes cómo aún desconfiando y descifrando lo que ven, y en momentos al recordar también pronuncian el miedo, el dolor, sus alegrías… su todo.
¿Y ahora ya no te gusta juntarte en las pandillas? Le cuestiono al joven, quien en un suspiro me confiesa que le “encanta”, “sólo que ahora tengo otras cosas”, y clava su mirada que expresa ternura a su novia Ana, quien con cinco meses de embarazo responde la mirada con una sonrisa.
La historia de Polo es un ejemplo que viene como anillo al dedo para esbozar la vida de Nuevo León, en donde las pandillas afirma “han dejado de ser como antes” y se han infiltrado en el trabajo del crimen organizado con un número importante de miembros, pues según datos de la Secretaria de Seguridad hay más de 2 mil 600 pandillas registradas, que entre sus filas lo mismo albergan a jóvenes de 20, 17 o hasta 10 años.
“Yo era un pinche morrillo paleta, meque, lo que sea, a mi me caía bien gordo que se aprovecharán de mi, porque antes había una pandilla que se llamaba los Vista loKos, y siempre que iba a las maquinitas y me metían unos zapesotes, y yo chiquillo lloraba y me asustaba… me empecé a juntar con ellos, yo tenía 13 años y ya desde ahí me agarraron respeto, eso es lo que yo he visto y es lo que me gustó a mi”. Además de sentirse respetado, Polo aprendió a delinquir y hasta fue pre entrenado para luchar, atracar y huir, “entre los demás miembros de la banda se enseñan”, una comunidad como describe él “pa juntar a la banda, estar chido” que ahora asegura, ha sido tomada por el crimen organizado para distribuir, comercializar y administrar el negocio de la droga.
La pandilla de Polo “La Materia”, se componía por 17 jóvenes líderes, se juntaban en la colonia Alfonso Reyes, pero eran apoyados por entre 10 ó 20 muchachos por cada calle o colonia de los integrantes, ellos participaban esporádicamente. Aunque Polo explica que esa pandilla ya se ha desintegrado pues seis integrantes están en la cárcel por asesinar a un joven, asegura que los demás fueron reclutados ya por algún Cartel: “Todos menos tres trabajan ahí, y los tienen con ganas bien cuidados, tienen donde dormir, tienen todo”, los jóvenes de la zona refieren a la reportera que a ese lugar “le llaman el movimiento” nadie se atrevería a revelar dónde es.
¿Pero siguen teniendo problemas en sus casas?
“Pues, hay varios que no, o sea mientras lleven dinero a sus casas no hay problema, pero hay unos que sí, que les vale su familia, ya no la ven”.
Y así como el narcotráfico revela que sus bases están compuestas de la misma ciudadanía de Nuevo León, también muestra cómo su éxito obedece a que su oferta es de las más accesibles para los menores.
Los jóvenes encarcelados se siguen juntando en el penal, purgan una condena por 15 años que no será absuelta hasta que uno de ellos confiese el crimen o acuse al culpable, Polo está seguro que esto último no ocurrirá ya que en su pandilla existe la lealtad.

Entre pandillas o Cárteles de droga

Los distintos Cárteles de la droga que laboran en el estado por el momento no pelean por su territorio, (pues nos encontramos a semanas de las elecciones) ahora dividen sus zonas, en Santa Catarina se presume que opera el brazo armando del Cartel del Golfo “los zetas”, mismos que ahora son privilegiados en Nuevo León, pues según explican los integrantes de su gremio “ellos están con el PRI”, así como el Cartel de Sinaloa está con el PAN en San Pedro. Los rumores de los jóvenes integrantes algunos más informados que otros, predicen que de ganar Fernando Elizondo la gubernatura el Cartel de Sinaloa saldrá de San Pedro para ganar territorio.
“En San Pedro nos querían llevar con los tapados… pero para partiles su madre porque no los querían”, explica el joven miembro de una pandilla de la zona, quien apunta que fue un sector rebelde a los zetas de la Colonia Independencia quien les dio guerra a los tapados, y provocó el enfrentamiento masacrado que vivieron estos grupos durante una de sus protestas en Fidel Velazquez, ellos también fueron financiados sólo que por el cartel contrario a los zetas, el de Sinaloa.
Aunque son antagonistas la organización de los cárteles es semejante, los jóvenes cobradores o quienes entregan “los pedidos” andan en moto y cuando "se pertenece”, “ lo que se fijan es que sepan cómo, cuándo y dónde”, ya que incluso las conductas excesivas son castigadas por los líderes del narco, quienes a base de tablazos igual reprimen enfrentamientos innecesarios con la policía, la falta de mercancía o simplemente una orden no cumplida.
Sin embargo aún y cuando los cárteles reclutan de forma permanente no todos los jóvenes desean pertenecer a su bando, conocen ya las reglas y las evitan “una vez que entras ahí ya no sales, de perdido tienes que seguir haciendo encargos y entregas de pedidos”.