Monday, June 15, 2009

Un final de novela televisa

Al igual que millones de mexicanas y sus respectivas familias, me dispuse a ver el final de la “mejor telenovela del momento” o por lo menos la que mayor raiting tiene, "Mañana es para siempre", aunque no seguí la trama con detalle siempre estuve enterada del tema de la serie, uno que particularmente me llamó la atención por su peculiar trasfondo que demostraba una de las peores tragedias de México, el abuso sexual infantil.

Pero esta novela no podía ser distinta, aunque su temática fuera una muy sensible y que requeriría una sana perspectiva social, el abuso infantil a una pequeña en México sigue siendo un hecho normalizado, sobretodo por empresas con tan poca responsabilidad social como lo es televisa, que engañan los sentimientos y realidades de los mexicanos al educarlos de una forma tan incongruente que puede satanizar la conducta de una menor víctima de abuso sexual, presentarla como una mujer falta a pesar de haber sido abusada y victimada por un chantajista quien la utilizó, le arrebató a su única hija la cual él mismo engendró y además al final de la trama resulta ser el consciente y el arrepentido, “el villano regenerado” que tuvo un mejor final que la mujer que desde pequeña fue abusada, quien si bien cometió crimines en la novela, no debería ser un ejemplo para la realidad de las menores víctimas de abuso sexual.

La verdad es que estas niñas sufren enormemente estos episodios y aunque el personaje de Barbara Greco demostró en todo momento conductas típicas de abuso infantil, la forma en que se presentó a la ciudadanía el desenlace del tema, haciendo sentir repudio hacia la mujer incomprendida jamás tratada por un profesional de la salud mental a pesar de que era necesario, y los comentarios que los repetidores de espectáculos y novelas de televisa suelen hacer, en todo momento destacaban la maldad que desde pequeña figuraba en el personaje, ya que se había atrevido a quemar a su papá quien abusaba sexualmente de ella a los 11 años, motivo por el cual huyó de su casa y para ser otra vez víctima de otro abusador, quien además de entrenarla para engañar, la chantajeó y retiró de sus seres amados como su hija. Ésta historia, tan dramática y que lamentablemente sí se parece a la realidad de miles de pequeñas mexicanas, jamás fue analizada desde el ámbito profesional ni en la novela ni mucho menos en los programas de espectáculos, ya que tal vez ni siquiera lo lleguen a entender en su total panorama.

Lo que me parece preocupante es que miles de mexicanos sean sometidos a estos sentimientos de normalización del abuso, es grave que una menor abusada termine en la cárcel porque en la historia jamás se les ocurrió mencionar los beneficios de la atención médica a este tipo de casos, o que la policía y las autoridades poco se involucran en la resolución de ellos, por lo que miles de menores viven esta realidad en el país, y no por esto se convierten en asesinas letales y bellas, sino más bien en mujeres abusadas durante el resto de sus días.

Yo decidí ver el final de la novela, porque algo me decía que el tema no ayudaría en nada a entender la magnitud del problema del abuso sexual en nuestro país que a mi consideración ya es una epidemia, tan sólo al año 20 mil niños entre 10 y 14 años son violados, y estos hechos no serían posibles sino fuera porque cada día es más normalizada esta conducta para ser oculta, para hacerla ver como tema de segunda o una situación efímera que con el tiempo se ha de acallar, yo más bien creo que sería necesario advertir que así no son las cosas, que no sería bueno que se llegase a estereotipar a las menores abusadas en mujeres de vida galante que con el tiempo “sacan provecho del abuso”.

Todos merecemos ser respetados, el abuso sexual a un menor acarrea graves problemas emocionales en la adultez. Hay que hacerles el camino más fácil a los que vienen atrás si queremos un mejor país.

Seamos felices.